El alquiler de bicicletas en Barcelona ha ido en aumento con el paso de los años debido a la utilidad y comodidad que puede suponer este medio de transporte.
¿Qué tan frecuente debe ser el mantenimiento de las bicicletas?
Sin embargo y teniendo en cuenta que las bicicletas se encuentran formadas por varias partes unidas y que el contacto de dichas partes con la suciedad, barro y/o polvo termina por causar tanto el su desgaste como su deterioro, resulta conveniente tener en cuenta que la mejor forma que existe para poder extender el tipo de vida útil de las bicicletas, consiste en darles una apropiada limpieza y mantenimiento.
Cuando se trata de la frecuencia del mantenimiento para las bicicletas, lo cierto es que no existe una respuesta realmente sencilla, ya que todo dependerá directamente de la utilización que tenga la bicicleta.
Esto significa que dependiendo de la frecuencia con la que se utilice, el terreno sobre el cual se usa y las condiciones climáticas donde se utiliza, el mantenimiento podría ser más o menos frecuente.
La primera línea de defensa consiste en mantener las bicicletas limpias
Las diversas partes que componen una bicicleta suelen sufrir cierto nivel de desgaste como consecuencia de su utilización normal.
Sin embargo y cuando la bicicleta se encuentra sucia, existe la posibilidad de que ese desgaste sea significativamente mayor. Esa es la razón por la cual la limpieza se trata de la primera línea de defensa cuando se desea mantener una bicicleta en buen estado por un largo periodo de tiempo.
La parte que se suele ensuciar en mayor medida y que por consiguiente requiere una limpieza más frecuente, consiste en el sistema de transmisión de la bicicleta.
Esto se debe a que la cadena generalmente atrapa una inmensa cantidad de partículas del terreno sobre el cual se usa, y la suciedad que se acumula alrededor de la misma suele actuar como una lija, desgastando poco a poco no solo los eslabones de la cadena, sino también los platos y piñones.
Es por eso que es importante mantener siempre limpia y lubricada la cadena, ya que gracias esto se puede extender significativamente el tiempo de vida de la transmisión (cadena, platos, piñones y desviador trasero, en caso de ser una bicicleta de velocidades).
Mantener los tornillos y tuercas correctamente ajustados
Resulta esencial cerciorarse de forma periódica que no existan tornillos y/o tuercas mal ajustados.
Además de tener presente que cada una de las piezas que forman la bicicleta se encuentra unida a través de diversas tuercas y tornillos que podrían llegar a aflojarse y perderse a causa de las vibraciones generadas por el uso.
Cabe decir que en ciertas ocasiones, una tuerca o tornillo flojo podría causar daños en los diferentes componentes de la bici.
De igual modo es preciso asegurarse de no apretarlos mucho, ya que de lo contrario es posible que una tuerca o tornillo fuertemente apretado sea tan malo o incluso peor que si estuviese mal ajustado.
Asimismo, cabe mencionar que cuando se estrena una bicicleta, independientemente de si es nueva o de segunda mano, lo más conveniente es cerciorarse que cada uno de sus componentes se encuentre apropiadamente ensamblado y ajustado.
Revisar la bici antes de salir con ella
Antes de salir con la bici resulta aconsejable realizarle una rápida inspección, ya que la misma ofrece la oportunidad de detectar cualquier posible detalle antes de que pueda llegar a convertirse en algún problema mayor.
Durante dicha inspección, es preciso:
- Asegurarse que las llantas se encuentran infladas con una apropiada presión.
- Examinar el desgaste, las palancas de los frenos e incluso la posición de las zapatas.
- Cerciorarse que los cambios se encuentren funcionando de forma correcta.
- Revisar las cubiertas para detectar cualquier objeto incrustado que podría afectar la cámara.
Mantener las partes móviles adecuadamente lubricadas
Es preciso asegurarse que cada una de las partes móviles que componen la bicicleta estén siempre correctamente lubricadas, además de revisar el desgaste tanto de los rodamientos como de las superficies de contacto.
En caso de no saber mucho sobre mecánica, lo conveniente será llevar la bici a un taller donde puedan darle mantenimiento general (desarmar, inspeccionar, limpiar y lubricar la bicicleta completamente) al menos cada seis meses.
Al detectar cualquier daño a tiempo, resulta más probable poder repararlo o cambiar la pieza en caso de ser preciso.
Resulta importante que cada persona logre familiarizarse con su bicicleta, ya que de este modo es posible aprender a reconocer cualquier ruido raro que pueda indicar la necesidad de ajustar, lubricar y/o cambiarle algo a la bicicleta.